Riesgo Cardiovascular

Índice tobillo-brazo y enfermedad arterial periférica

10/01/2024
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El índice tobillo-brazo (ITB) es un cálculo usado para la evaluación de la función vascular de los miembros inferiores, sobre todo en personas que viven con diabetes. Su medición oportuna puede ser predictiva y certera para el diagnóstico de enfermedades y graves complicaciones.
 

¿En qué consiste la prueba de índice tobillo-brazo?

Es una técnica diagnóstica, clásica, sencilla, no invasiva e indolora, que ayuda a detectar la enfermedad arterial periférica (EAP). Mide la relación entre la presión arterial sistólica (PAS) de las extremidades superiores y la parte distal de las inferiores (1). ¿Pero cómo se hace el cálculo del índice tobillo-brazo?

Para este se lleva a cabo la medición de la presión arterial sistólica (PAS) en ambos brazos, así como de las arterias tibiales posteriores y arterias pedias de ambas piernas. Se debe medir con un esfingomanómetro manual y un Doppler de mano de 8 megahercios (MHz) (1).

Además, para su cálculo es necesario dividir la PAS máxima en el tobillo (tibial posterior o pedía dorsal) entre la PAS braquial más alta. De esta forma, se obtienen dos valores, uno por cada pierna, y siempre se considerará el valor más bajo de ambas mediciones ITB general del paciente (2).

 

Interpretación de los resultados del índice tobillo-brazo

Una vez realizado el cálculo, los resultados de este se interpretan de la siguiente manera (2):

  • >1: falsamente elevado, sospechar calcificación arterial.
  • 0,19-1,3: normal.
  • 0,7-0,9: EAP leve.
  • 0,5-0,7: EAP moderada.
  • <0,5: EAP grave.
  • Los resultados de ambos extremos reflejan alto riesgo cardiovascular (>1.3 u ≤0,9).

 

Por debajo de 0,9 se traduce, con una alta sensibilidad y especificidad, en una estenosis superior al 50 % entre la aorta y las arterias distales de las piernas. También es un marcador de riesgo para sufrir cardiopatía isquémica, derrame cerebral y mortalidad por cualquier causa, una vez ajustado por los factores de riesgo cardiovascular clásicos (3).

 

Índice tobillo-brazo: enfermedad arterial periférica

La EAP comprende un conjunto de síndromes que afectan a las arterias, exceptuando coronarias y aortas. Es secundaria a mecanismos intrínsecos y extrínsecos. Su principal etiología es la arteriosclerosis. Esta a su vez se genera por una acumulación anormal de partículas lipoproteicas (LDL) y de tejido fibroso entre la capa íntima y muscular de la pared arterial. Esta puede ser detectada a través de la medición del índice tobillo-brazo (4).

 

Signos y síntomas característicos de la enfermedad arterial periférica

En las etapas iniciales no suele presentar síntomas. Sin embargo, cuando la estrechez de los vasos incrementa, se presenta con (4):

  • Claudicación intermitente
  • Dolor en reposo
  • Ulceración isquémica
  • Gangrena

 

 

Factores de riesgo para desarrollar EAP

Estos incluyen aquellos relacionados con el desarrollo de arteriosclerosis, se identifican grupos que están asociados con un aumento de la prevalencia de EAP y el aparecimiento temprano de su forma sintomática (4):

  • Diabetes: es más común encontrar complicaciones como la claudicación intermitente en quienes padecen de DM. Además, que la presentación es más agresiva con compromiso temprano de grandes vasos junto con la microangiopatía.
  • Edad: aumenta el riesgo después de los 40 años, incrementando en la medida que envejece el individuo.
  • Sexo masculino.
  • Raza negra.
  • Tabaquismo.
  • Hipertensión arterial: incrementa el riesgo un 50 % en comparación con aquellos que no presentan la enfermedad.
  • Hiperlipidemia: los pacientes que presentan EAP tienen mayores niveles de triglicéridos (hipertrigliceridemia), colesterol, lipoproteína A, apolipoproteína B. Por otro lado, las HDL (lipoproteínas protectoras) están disminuidas.
  • Homocisteína: es uno de los marcadores más tempranos en relación con la aparición de arteriosclerosis, elevada hasta en el 40 % de los pacientes.

 

 

Complicaciones de la enfermedad arterial periférica

Cuando la isquemia empeora, pueden aparecer úlceras (típicamente, en los dedos o el talón del pie), sobre todo después de un traumatismo local. Las úlceras suelen estar rodeadas por tejido necrótico (gangrena seca). Son dolorosas, pero las personas con una neuropatía periférica generada por diabetes o alcohol podría pasarla por alto (5).

La infección de las úlceras isquémicas (gangrena húmeda) aparece inmediatamente y causa una celulitis progresiva. Esto puede finalmente provocar amputación, sepsis o la muerte (5).

 

Índice tobillo-brazo: recomendaciones para reducir el riesgo en pacientes con diabetes

El manejo conservador de un paciente con EAP se basa en la educación y formación en hábitos saludables. Entre estos se debe aconsejar (4):

  • No fumar: en algunos casos de adicción, se pueden usar tratamientos complementarios como la terapia de reemplazo con nicotina.
  • Ejercicio: la capacidad de caminar en pacientes con claudicación aumenta con el entrenamiento físico.
  • Dieta y pérdida de peso: se debe seguir una dieta baja en grasas, se aconseja la dieta tipo mediterráneo.
  • Pérdida de peso: es esencial en el manejo, sobre todo la reducción del perímetro abdominal.
  • Control de la diabetes: esto ayuda a limitar el daño vascular en las extremidades.
  • Alcohol: el consumo de alcohol incrementa las probabilidades de presentar HTA, enfermedades cardiacas y no cardiacas, que dan como resultado una mayor morbilidad y mortalidad prematura.
  • Antioxidantes: los niveles disminuidos de estos (principalmente vitamina C y E) se relaciona con el desarrollo de EAP.

 

A pesar de que no se ha indicado la medición del índice tobillo-brazo como medio diagnóstico en población de bajo riesgo, es necesario que el profesional de salud lo tenga presente para evitar diagnósticos tardíos. Un abordaje terapéutico preventivo o en etapas iniciales siempre será la mejor solución a la EAP.


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Referencias

  1. Coll-Bey S, López-Casanova P, Verdú-Soriano J, Berenguer-Pérez M, Coll-Bey S, López-Casanova P, et al. Fiabilidad de los métodos automatizados en la determinación del índice tobillo-brazo. Revisión sistemática. Gerokomos [Internet]. 2022;33(2):119–26. Available from: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2022000200011&lng=es&nrm=iso&tlng=es
  2. Red de Salud. Procedimiento de determinación del índice tobillo- brazo con doppler arterial femoral. Procedimientos de enfermería: Heridas [Internet]. Disponible en: https://runa.sergas.gal/xmlui/bitstream/handle/20.500.11940/14483/Procedimiento_doppler_arterial_castellano.pdf?sequence=3&isAllowed=y
  3. Félix-Redondo F, Subirana I, Baena-Diez J, Ramos R, Cancho B, Fernández-Bergés D, et al. Importancia pronóstica de la enfermedad arterial periférica diagnosticada mediante el índice tobillo-brazo en población general española. Atención Primaria [Internet]. 2020 Nov 1;52(9):627–36. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656720301062?via%3Dihub
  4. Fabián A, Benalcázar S, Bustamante B, Esparza J, López A, Maza G, et al. Diagnóstico y tratamiento de enfermedad vascular periférica. Revisión bibliográfica. Angiología [Internet]. 2022 Dec 1;74(6):292–304. Available from: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0003-31702022000600005
  5. Koon T. Enfermedad arterial periférica [Internet]. Manual MSD versión para profesionales. Manuales MSD; 2019. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-cardiovasculares/enfermedades-arteriales-perif%C3%A9ricas/enfermedad-arterial-perif%C3%A9rica
 

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