Riesgo Cardiovascular

Prevenga la cetoacidosis diabética

09/01/2024
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La cetoacidosis es una afección potencialmente letal que consiste en una gran acumulación de cetonas en la sangre, compuestos químicos que el cuerpo produce cuando quema grasa para usarla como energía. Esta complicación aguda de la diabetes tipo 1 (DM1) es evitable, al menos, en el 50% de los casos.

Cuando las células del cuerpo no reciben la glucosa que requieren para funcionar correctamente, el organismo empieza a producir cetonas –quemando grasa para obtener energía–. Es así como la cetoacidosis se desencadena en el momento que la insulina resulta insuficiente para usar la glucosa, que es la principal fuente de energía de los seres vivos en su totalidad. Es decir que el cuerpo al no poder utilizar la glucosa de la sangre por insuficiencia de insulina, comienza a buscar la energía en las grasas y lo hace obteniendo las cetonas de las mismas.

Una vez se presenta la cetoacidosis, al almacenarse una cantidad excesiva de cuerpos cetónicos en la sangre –que la tornan mucho más ácida que alcalina–, ello debe entenderse como: una advertencia que indica que la DM1 no está controlada; o, la manifestación inicial de la diabetes tipo 1 en nuevos pacientes.

La cetoacidosis diabética puede evitarse a través del monitoreo frecuente de la glicemia (nivel de azúcar en la sangre) y de las cetonas en la orina; de igual forma, con la modificación correcta de la dosis de insulina y la ingestión regular de líquidos, las personas con diabetes tipo 1 pueden reducir el riesgo de sufrir una cetoacidosis.
 

Señales de advertencia

Dado que se trata de una afección grave que puede derivar en un coma diabético o incluso la muerte, es preciso conocer las señales de advertencia de la cetoacidosis que, por lo general, se da lentamente. Algunos de los síntomas iniciales que se presentan son: sed o boca reseca, necesidad constante de orinar, hiperglicemia (alto nivel de glucosa) e índice elevado de cetonas en la orina.

Después, suelen aparecer otros síntomas:

  • Cansancio constante
  • Piel seca o enrojecida
  • Náuseas, vómito o dolor abdominal
  • Dificultad para respirar
  • Aliento con olor a fruta
  • Confusión

Si la persona vomita, es primordial que de inmediato reciba atención médica y que –en la menor brevedad posible– sea sometida a tratamiento intravenoso.

 

Reduzca la ingesta de alimentos ácidos

Debido a que la sangre está compuesta en un 90% por agua, las personas deben consumir alimentos que le ayuden al cuerpo a alcalinizarla, es decir, que sean ricos en potasio, magnesio y calcio. A su vez, los expertos recomiendan reducir la ingesta de comidas que acidifiquen la sangre y alteren su pH (índice que mide su acidez o alcalinidad, del 0 al 14).

Algunos de los comestibles que se clasifican como ácidos son:

  • El café
  • El alcohol
  • Las bebidas gaseosas
  • Las frituras
  • El azúcar refinado
  • La harina blanca
  • El zumo de frutas envasado
  • El chocolate
  • La mermelada
  • La leche
  • El arroz
  • La carne roja
     

Por otra parte –en aras de mantener el pH idóneo de la sangre (7,4) y de evitar serias complicaciones de la diabetes como la cetoacidosis–, las personas deben incrementar el consumo de alimentos alcalinos como: la patata, la lechuga, el pepino, la espinaca, las algas, el aguacate, el ajo, el jengibre y el limón, entre otros.

Si la cetoacidosis diabética no es controlada las complicaciones que se pueden presentar son: Insuficiencia renal, paro cardíaco y edema cerebral.

 


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