Células beta artificiales pondrían fin a las inyecciones diarias de insulina

May 28, 2018
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) y la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NC Estate), Estados Unidos, desarrollaron un sistema de insulinización accionado por células beta artificiales inteligentes.
 
La diabetes tipo 1, antes llamada infantil-juvenil, se caracteriza por una producción deficiente o nula de insulina, que implica la administración diaria de esta hormona encargada de regular la cantidad de glucosa en la sangre. Por su parte, en la diabetes tipo 2, si bien no se requiere en un principio de la aplicación de esta sustancia vital secretada por el páncreas, puede que un mal manejo de la enfermedad derive en la necesidad permanente de inyecciones de insulina.
 
Tras el diagnóstico de esta crónica patología, suele hablarse de un estado irreversible: el paciente debe inyectarse insulina de por vida. Sin embargo, esa realidad podría cambiar según una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) y la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NC Estate), que estudian lo que sería una mejor solución para los insulinorequirientes: células beta artificiales (ABCs, por sus siglas en inglés) que liberan insulina en el torrente sanguíneo al detectar el aumento de los niveles de glucosa.
 
Las funciones de las ABCs serían las mismas que las de las células beta naturales, encargadas de sintetizar y segregar la insulina en el páncreas endocrino, tan necesaria para abrir las puertas de las células y permitir que la glucosa de los alimentos ingeridos entre y sea transformada en energía.
 
Estas células sintéticas podrían insertarse por vía subcutánea y serían reemplazadas con cierta regularidad; la otra opción es a través de un parche cutáneo que no generaría dolor y que se desecharía una vez usado. La investigación probó que una sola inyección de ABCs en ratones diabéticos reguló sus niveles de glicemia, manteniéndolos en buen estado por los siguientes cinco días.
 
Según Zhen Gu, profesor en el Departamento Conjunto de Ingeniería Biomédica de la UNC y la NC Estate, el plan de su equipo de investigación es optimizar aún más las ABCs, ensayarlas en animales más grandes y desarrollar un sistema de administración de parches cutáneos para, finalmente, probarlas en pacientes con diabetes. 
 


Compartir este artículo:




Receive the most complete and updated content on diabetes, wellness and health.

Sign Up