Insulinoterapia

Insulina basal: su funcionamiento y utilidad en la diabetes

31/12/2023
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La insulina es una de las hormonas más importantes cuando se habla de la diabetes en general. Está involucrada tanto en la fisiopatología de la enfermedad como en su tratamiento. Por eso, es esencial conocerla a detalle. En esta oportunidad repasamos todo sobre la insulina basal.

¿Qué es la insulina basal y cómo se secreta?

El término insulina basal hace referencia a la cantidad de la hormona que se secreta en el cuerpo durante el reposo o en ayunas. Si recordamos, el páncreas secreta la insulina a través de 2 patrones, basal y prandial (1,2,3):

  • La insulina basal se secreta de forma pulsátil cada 5 a 10 minutos y se encuentra regulada por los niveles de ATP intracelulares y la enzima fosfofructoquinasa. Además, tiene como objetivo mantener la homeostasis de la glucosa en sangre durante los periodos de ayuno.
  • La prandial se secreta posterior a la ingesta de alimentos con el objetivo de disminuir rápidamente los niveles de glucosa sanguínea. Los niveles de glucosa sanguínea son el principal agente detonante de la secreción. Sin embargo, los ácidos grasos de cadena larga y algunos aminoácidos también interfieren en este mecanismo.

 

¿Cuáles son los niveles normales de insulina basal?

Las investigaciones establecen que las personas sanas tienen valores de insulina basal de 5 a 15 microunidades por mililitro de sangre. Y esta se eleva de 60 a 90 microunidades por mililitro durante la alimentación (3,4).

 

Tratamiento de la diabetes con insulina basal

Los tipos de insulina basal buscan imitar el patrón basal de la hormona en el cuerpo. Actúan inhibiendo la producción hepática de glucosa para mantener normales las cifras de glicemia durante el ayuno. Algunos ejemplos son (2,5): 

  • Glargina: no tiene un pico de acción y la duración del efecto va de 20 a 24 horas.
  • Detemir: tiene un pico de acción entre las 6-9 horas y el efecto perdura por aproximadamente 24 horas.
  • Degludec: sin pico de acción y una durabilidad del efecto mayor a 40 horas.

Las vías de administración no varían entre ellas, se trata de medicamentos inyectables subcutáneos. Suelen usarse en una única dosis cada noche (2,5).

 

Indicaciones

La insulinoterapia es el tratamiento predilecto para las personas con diabetes tipo 1. El motivo es que hay ausencia total de la hormona en el cuerpo, debido a la destrucción de las células beta pancreáticas (6).

Sin embargo, también es útil en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Esto es en especial importante cuando la enfermedad se encuentra avanzada y no se consigue el control glicémico con hipoglucemiantes orales.

El uso de la insulina basal es el esquema más recomendado en estos pacientes. El esquema basal controla los niveles de glicemia, disminuye el riesgo de hipoglicemia, puede combinarse con otros antidiabéticos orales como la metformina o GLP-1 y facilita la adherencia al tratamiento (5).

La ADA (6) recomienda para la persona con diabetes tipo 1 el siguiente esquema:

  • Cálculo del requerimiento total de insulina en 0,4-1 UI por kilogramo de peso del paciente.
  • El 50% del requerimiento debe ser administrado con análogos basales cada noche y el otro 50% con insulinas de acción rápida postprandial.
  • Puede combinarse la insulinoterapia con GLP-1 o inhibidores SGLT2 para conseguir un mejor control de la hemoglobina glicosilada.

Un consenso de especialistas costarricenses sugiere este esquema para la diabetes tipo 2 (5):

  • Insulina basal calculada a 0,1-0,2 UI por kilogramos de peso del paciente administrado antes de dormir.
  • Aumentos de 4 unidades cada 4 días en caso de no lograr el control glicémico en ayunas.
  • Asociar insulina de acción rápida preprandial si no hay control glicémico; esto no debe representar más del 10% del requerimiento de insulina por día.

La insulina basal es un patrón de secreción fisiológico que permite mantener la homeostasis de la glicemia. Por eso, es esencial que durante el tratamiento de la diabetes podamos simular este efecto. Lo que se logra al administrar algún análogo basal o de acción prolongada.



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Referencias 

  1. Leyva M, Rodríguez Y, Rodríguez R, Niño S. Mecanismos moleculares de la secreción de insulina. Correo Científico Médico (CCM) 2020; 24(2). [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/correo/ccm-2020/ccm202u.pdf
  2. Mata M. Tipos de insulina. Diabetes Práctica 2017;08(Supl Extr 4):1-24. [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en: https://www.redgdps.org/gestor/upload/colecciones/1509468598.02_mata_sp-8-4.pdf
  3. Fu Z, Gilbert ER, Liu D. Regulation of insulin synthesis and secretion and pancreatic Beta-cell dysfunction in diabetes. Curr Diabetes Rev. 2013 Jan 1;9(1):25-53. [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en:
  4. González M, Martínez E. Las insulinas. Investigación en Salud, vol. lll, núm. 99, marzo, 2001, pp. 62-6. [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/142/14239910.pdf
  5. Blanco E, Chavarría G, Garita Y. Insulinización práctica en la diabetes mellitus tipo 2. Revista Médica Sinergia. Enero 2021. 6 Núm. 1. [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en: https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/628/1084
  6. American Diabetes Association. Diabetes Care 2021 Jan; 44(Supplement 1): S111-S124. [consultado el 18 de octubre del 2021] Disponible en: https://care.diabetesjournals.org/content/44/Supplement_1/S111

 

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